Nat Gray, nacida en Málaga en septiembre de 1993, bajo otro nombre. Pero esa ya es otra historia.

Desde que era pequeña, mis sueños han ido cambiando conforme iba creciendo, desde ser antropóloga forense a vivir en el extranjero, o ser bailarina. Pero había uno que siempre he querido, mudarme a Madrid.

Cuando entré en la universidad, comencé a estudiar Criminología. Siempre había querido formar parte de ese mundo. No sé si tuvieron que ver las series que veía o si realmente es lo que quería ser, pero peleé por entrar.

En mi segundo año me di cuenta que no era mi sitio, aunque amara la carrera no era el momento para hacer eso. Así que me cambié de profesión. 

Habían dos cosas que amaba igual que la carrera, así que busqué entre ellas cuál podía ser mi camino.

 En 2014, comencé a estudiar Pastelería, Panadería y Repostería, que es de lo que vivo hoy día. 

Mientras estudiaba descubrí el mundo del fanfic y comencé a escribir. “Without a cause” y “Count on you”. Totalmente en español, a pesar de los títulos que elegí.

Muchos me decían que eran estupendas y me preguntaban si no me planteaba escribir algún libro. La verdad es que me enamoré en seguida de la escritura y era mi terapia personal. ¿Y si es lo que debía hacer?

En 2019, me mudé a Madrid por trabajo. Un sueño cumplido así que solo debía ir a por los demás, cómo el de escribir.

Pero, ¿sobre qué podía escribir? 

Y ahí surgió Al límite de los sueños como una luz. Quería hablar sobre todo lo malo y lo bueno que me había pasado para que la gente que lo necesitara viera el otro lado de la moneda. Pero, ¿cómo? Eso tendréis que averiguarlo en la novela. 

¿Queréis saber más sobre mí?

Uno de mis sueños frustrados fue el de ser bailarina. De hecho, lo era. Ballet, bailes de salón, gym jazz,… de todo. Pero, a veces, en la vida, tenemos que sacrificar cosas para conseguir otras. 

La fotografía siempre fue una pequeña pasión escondida así que allí donde voy de viaje, ahí va mi cámara conmigo. Incluso he hecho algún que otro trabajito.

Pero aquí estoy, persiguiendo el más grande de todos los sueños que he podido tener en toda mi vida: convertirme en escritora.